El 98% de las mujeres en México reciben un salario que no alcanza para lograr el desarrollo familiar y personal; que en muchos casos puede rayar en la miseria, de acuerdo con las líneas oficiales de pobreza.
La cofundadora de la plataforma de administración de crédito equality company, Mary Carmen Arteaga, informó que apenas 2% de las mexicanas gana un salario superior a 21 mil pesos mensuales, que le permita alcanzar un nivel de bienestar.
“Esta cifra es tremenda. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE)–publicada por el Inegi–, te dice que solo 2% de todas las mujeres de México ganan más de 21 mil pesos, alrededor de mil dólares al mes.
La también directora de Operaciones de dicha plataforma, especializada en inclusión financiera, señaló que –en la realidad mexicana– esa cifra implica que 98% de las trabajadoras “viven con pesos al día”.
“Y que con eso –menos de 21 mil pesos mensuales– tiene que mantener a su familia, tiene que subsistir y tiene que educarse ella misma y a sus hijos.
“Entonces seguramente la brecha salarial entre hombres y mujeres –que refiere que ellas ganan 13.5% menos, en promedio– es mucho, pero mucho más fuerte de lo que nosotros podemos ver”, dijo durante la mesa redonda Inclusión financiera: la revolución liderada por mujeres.
Salario menor a 21 mil pesos es miseria: Para dimensionar porque es tan grave que las mujeres ganen un salario menor a 21 mil pesos, como refiere la cofundadora de equality company, basta decir que el Coneval advierte que una familia necesita más de 21 mil 500 pesos mensuales para superar la pobreza por ingresos.
A través de su último reporte sobre las Líneas de Pobreza por Ingresos, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) indicó que el costo mensual de la alimentación y de servicios básicos, por persona, alcanzó cuatro mil 311.87 pesos al cierre de marzo de 2023.
Ello implica que un hogar de cinco integrantes –que pueden ser mamá, papá, dos hijos y un adulto mayor– requiere 21 mil 559.35 pesos para comprar una canasta básica de alimentos y pagar artículos o servicios básicos como transporte, limpieza, vestido, zapatos y educación.
Lo anterior, para evitar que las carencias generadas por la falta de ingresos arrastren a las familias a la pobreza y se queden fuera de lo que el gobierno define como líneas o niveles de bienestar mínimo.
“En México, 27.2% de las mujeres trabaja en condiciones críticas de ocupación con menos de dos salarios mínimos y jornadas laborales excesivas o fuera de la ley”.— Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), publicada por el Inegi
Madres solteras en México, enfrentan la pobreza
Hoy en día es más frecuente que las mujeres ejerzan la maternidad en soltería, ya sea porque tuvieron un embarazo adolescente o porque se encuentran separadas, divorciadas o viudas, sin una pareja que les ayude a maternar o simplemente porque decidieron tener hijos de manera autónoma.
Josefina Vázquez Mota, senadora del PAN, señala «en este país, tener hijos e hijas ha sido muy fácil para miles de padres, y ha sido muy fácil, mucho más fácil abandonarlos».
Por su parte, Diana Luz Vázquez, activista impulsora de la «Ley Sabina», «estos hombres que abandonan a mujeres embazadas, que abandonan a sus hijos e hijas, lo hacen porque pueden, por un sistema de impunidad, por lo pactos patriarcales, por un sistema jurídico que está hecho para que las madres desistamos cuando decidimos iniciar un camino jurídico, ya sea de reconocimiento de paternidad o de pensión alimenticia».
Estas madres autónomas no sólo trabajan diariamente por su desarrollo y el de sus hijas e hijos, sino además, luchan contra todo un sistema de creencias e ideas que lejos de generar condiciones de crecimiento, en ocasiones, complica su desarrollo por no tener pareja.
Mónica Amilpas, sociológa de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, destaca, «es visibilizar la falta de corresponsabilidad quizá de la otra mitad de la población a nivel mundial sobre todo en la labor de crianza y de cuidado que es muy desgastante y que impacta muchos en los derechos de las infancias».
Al cierre del 2022, en México había poco más de 35 millones de madres de ellas, entre el 7 y 9% se estima son solteras, es decir casi dos millones y medio. De acuerdo con las estadísticas oficiales la cifra se han mantenido pero la realidad puede ser otra.
Fernando Avilés, presidente de la Asociación Mexicana de Resiliencia, «No hay un trabajo que permita estar cerca de estas mujeres que se están encargando de este trabajo de criar. La realidad incluso es que en pospandemia aumenta entre adolescentes y juventudes el mayor número de madres solteras se invisibiliza el tema con esta oportunidad de acallarlo porque no quiero que me revictimicen».
Estas mujeres se encargan de la crianza a veces de hasta 3 hijos, e incluso, en ocasiones, del cuidado de los padres, además de trabajar para poder solventar los gastos relacionados con el hogar y la crianza.
Lo preocupante es que aunque su participación en la economía sea de 70.6% al ser madres de familia, jefas de familia o responsables de la unidad doméstica, casi la mitad de las madres autónomas se encuentran en situación de pobreza.
Solo 3 de cada 10 mujeres logran superar su condición socioeconómica
Para las madres de familia superar la condición de pobreza tiene que ver con el acceso a servicios de cuidado infantil, la carencia del mismo afecta a los menores por no tener estímulos que impulsen el desarrollo infantil temprano, de acuerdo con el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
Según el estudio “El desarrollo infantil temprano en México: diagnóstico y propuesta de una estrategia integral para su atención”, solo 3 de cada 10 mujeres logran superar su condición socioeconómica cuando no tienen un servicio de cuidado al infante.
En cambio, cuando sí cuentan con servicios para atender a los menores de edad 6 de cada 10 mujeres logran superar su situación de pobreza, de acuerdo con la Encuesta de Movilidad Social en México.
El problema también está en que las mujeres dedican alrededor de 28 horas semanales a labores domésticas, mientras los hombres menos de 6 horas, lo que se convierte en una barrera para generar ingresos, pues mientras ellos destinan 46 horas al trabajo remunerado, ellas solo 38 horas.
Por lo anterior es necesario que se expandan y fortalezcan los centros de cuidado infantil y las guarderías, la profesionalización de los servicios de desarrollo de los niños de 0 a 6 años, de los centros de educación preescolar, además de que se requieren políticas públicas de combate a la pobreza, de inclusión y protección social, así como regular a las instituciones de protección social.
Fortalecer cuidado infantil, clave para que mujeres se sumen al mercado laboral: Con ello, los menores logran acceder a un desarrollo infantil temprano que le darán habilidades psicosociales y enseñanzas para su vida futura.
“Contar con un Sistema de Cuidados que fortalezca el cuidado infantil en etapas tempranas facilita que las mujeres se puedan incorporar al mercado laboral y dejar así el trabajo no remunerado para comenzar a recibir prestaciones que le ayuden a mejorar su movilidad social y la de las siguientes generaciones”, expuso.
“Esta diferencia de porcentajes se presenta como consecuencia de la desigualdad de oportunidades… Entre ellas destaca, que el 11% de la desigualdad en el país se determina por la protección social, los cuidados infantiles y otros servicios de cuidados, esta cifra aumenta a 38% para las personas que se encuentran en mayor desventaja socioeconómica”, dijo.
Aunque en México hay 41 programas para el desarrollo de los pequeños, “existen fallas en la calidad y cobertura, principalmente en la focalización por grupo de edad, la cual representa un obstáculo limitante de la capacidad de cobertura”, explicó la investigadora del CEEY, Mariana Becerra Pérez.
La investigadora consideró que en México se necesita contar con un paquete básico universal que incluya el cuidado prenatal y de la madre, el desarrollo físico, motriz, emocional, cognitivo y de lenguaje del pequeño.
También hace falta tener políticas públicas que den una atención integral sobre alimentación, nutrición y salud, además de otorgar programas de educación para los padres.
Solo 2% de las mamás solteras mexicanas son empleadoras
La brecha de género en México todavía es profunda y así lo muestran datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) a propósito del Día de las Madres, enfocados en las madres solteras mexicanas.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, Nueva Edición (ENOEN) del Inegi, al cierre de 2022 residían en México 56 millones de mujeres de 12 años y más. De ellas, 67%, es decir 38 millones, eran madres.
De las 38 millones de madres residentes en México, el 47% estaban casadas; la quinta parte vivían en unión libre; 12 % eran viudas y 11 % solteras.
Y fue en la generación millennial donde se concentró mayor peso porcentual de madres solteras. Según el Inegi, 12 % de las madres solteras estaban entre los 30 a 34 años (4 millones). Siguieron las de 25 a 29, 35 a 39 y 40 a 44 años, con un peso porcentual de 11 % en cada uno.
“Esta estructura contrasta con el de las madres alguna vez unidas, donde más de la mitad (51 %) cuenta con 60 años y más. Por otra parte, el porcentaje de madres solteras jóvenes (12 a 29 años) fue ocho puntos porcentuales mayor respecto con las madres unidas de la misma edad”.
En cuanto a la escolaridad, la data del Inegi destaca que 40 % de las madres solteras contaba con algún grado de educación media superior y superior, poco más de la tercera parte (37%) tenía estudios de secundaria completa y casi una cuarta parte (23%) contaba con primaria incompleta o secundaria incompleta.
En las mujeres unidas, este último porcentaje aumentó a 33 % y, en alguna vez unidas al 51%. “Lo anterior implica que el porcentaje de estas mujeres con estudios medio superior y superior es menor respecto al de las madres solteras”.
Para el cuarto trimestre de 2022, 7 de cada 10 madres solteras eran económicamente activas y 97% de ellas estaban ocupadas. Por la posición en la ocupación de las madres solteras ocupadas, 78% trabajaban de manera subordinada y remunerada, 18% lo hacía por cuenta propia, 2% eran empleadoras y 2% trabajadoras sin pago.
Para aquellas madres solteras que trabajaban de forma subordinada y remunerada, 70 % disponía de prestaciones laborales. En 2022, 48 % de las madres solteras era jefa del hogar; 39 % eran hijas y 12 % tenían otro parentesco con la jefa o jefe del hogar.
De acuerdo con datos de la (Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares (ENIGH) 2020, en los hogares en donde residía al menos una madre soltera, 65% de los ingresos corrientes trimestrales del hogar procedió de ingreso por trabajo; 19% fue por transferencias; 13% de la estimación del alquiler y 3% de la renta de la propiedad.
En relación con los gastos corrientes trimestrales de los hogares donde residía al menos una madre soltera, 39% se destinó a la compra de alimentos; 17% al transporte; 12% a la vivienda; 9% a gastos personales y 8% fue para educación y esparcimiento.
Las Estadísticas de Nacimientos Registrados indican que en 2021 se inscribieron 1 millón 912,178 nacimientos en México; 14% (263,624) correspondió a madres solteras.
Por grupos de edad de las madres solteras al momento del nacimiento de su hijo o hija, 51 % se encontró en el rango de 20 a 29 años, 21% eran adolescentes con menos de 20 años y un porcentaje similar tenía de 30 a 39 años.
En Guanajuato, Puebla, Aguascalientes, Coahuila, Yucatán, Zacatecas y Durango, más de 25% de los nacimientos registrados de madres solteras correspondió a adolescentes menores de 20 años.
Del total de madres solteras, 56 % tenía una o un hijo vivo al momento de expedir el acta de nacimiento de la o del hijo al que fueron a registrar durante 2021; 25 % tenía dos y 19 % tres o más. La mayoría de las madres solteras (58 %) registraron a su hija o hijo el mismo año en que nació, 27 % lo hizo un año posterior al nacimiento y 15 % dos o más años después del nacimiento.
Brechas de género en el mundo mantienen aún a las mujeres con menores salarios
A pesar de los avances por lograr que haya mayor igualdad entre hombres y mujeres, se observa que ellas tienen menores salarios que ellos, aunque realicen el mismo trabajo, por ejemplo, las mayores brechas salariales están en Corea, Israel, Latvia y Japón, con entre 22% y 31%, mientras en México la diferencia en el pago es de 12.5%, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En Corea del Sur un hombre gana 31% más que la mujer, en Israel y Latvia la diferencia es de 24%, en Japón 22%, mientras en Estonia 20%. Solamente hay seis países en un comparativo de 46 en donde las diferencias salariales son de 5% o menos y estos son: Bélgica 1.2%, Bulgaria 2.6%, Colombia 3.2%, España 3.7%, Noruega 4.6% y Dinamarca 5%, siendo el promedio de los 38 países de la OCDE de 11.9% de brecha salarial.
En general, la Organización afirmó que las brechas de género en el mundo mantienen aún a las mujeres con menores salarios que los hombres, además de que hay una desproporcionada repartición de las tareas de cuidado y labores del hogar en todos los países.
Mujeres invierten más del doble de tiempo en labores de cuidado: Por ejemplo, los países en los que los hombres destinan menos tiempo al cuidado de la casa son Japón con 40 minutos al día, mientras que las mujeres destinan 224 minutos, es decir, casi cuatro horas; le sigue Corea con 49 minutos diarios en el caso de los coreanos, mientras que las coreanas 215 minutos.
En Turquía una mujer destina 305 minutos diarios a trabajos de la casa, cuidado a menores o adultos mayores, entre otras labores por las que no recibe sueldo, mientras que los hombres 67 minutos. Para las mexicanas son 331 minutos –más de seis horas– dedicados al cuidado del hogar y 131 minutos para los mexicanos.
Los lugares donde hay menor brecha son: Australia con 171 minutos para el hombre y 311 para la mujer; Austria 135 minutos ellos y 269 ellas y Alemania con 150 minutos para los alemanes y 242 para las alemanas.
Mercado laboral castiga la maternidad
La maternidad es amor inmenso, es rechazo a ella incluso, es miedo, fatiga sobrehumana, debería ser elección y, entre mil realidades más, también es renuncia a una oportunidad laboral.
En casi todo el mundo el mercado de trabajo castiga a las mamás con la exclusión o con salarios más bajos, en México muestra de ello es la tasa de desempleo 10% mayor a la de las mujeres que no tienen hijos o hijas.
A propósito del Día de la Madre, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) ha dado a conocer cifras que permiten observar cómo la maternidad intensifica el desigual acceso al trabajo entre hombres y mujeres.
Según el organismo, entre 2016 y 2020, el 55% de las mamás de 21 a 55 años logró conseguir un empleo o mantener el que tenía; esta tasa se eleva a 65% para las mujeres que no son madres.
Y mientras tener hijos o hijas “reduce la participación laboral de las mujeres”, en los hombres la aumenta. Para los padres del mismo rango de edad, de 21 a 55 años, “el empleo se ubicó por arriba del 95% y en los hombres sin hijos disminuye a alrededor del 80 por ciento”.
Un dato del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) ayuda a comprender y confirmar lo que señala el Coneval. De casi 3,000 quejas que las mujeres presentaron de 2012 a 2020, el 65% señala una obstrucción a sus derechos en el ámbito laboral, principalmente despidos por embarazo.
Como si esto no fuera suficiente, la pandemia de covid-19 vino a empeorar la situación. El cierre de escuelas y estancias aumentó el trabajo de cuidados de la población infantil. Comparando el periodo agosto-noviembre de 2020 con el mismo lapso de 2018, la población de mujeres ocupadas se redujo 9 por ciento, según el Coneval.
La emergencia sanitaria también provocó un aumento en el trabajo doméstico no remunerado, es decir, la limpieza y preparación de alimentos. Sin embargo, el incremento para las mujeres en conjunto fue de 60 millones de horas semanales y para los hombres, 37 millones. “Las mujeres destinaron 3 veces más horas que ellos”.
El doble desafío de las mamás pobres
Cada vez más mujeres han ingresado al empleo remunerado y ello ha traído cambios en la sociedad, pero “la división sexual del trabajo se ha mantenido”, dice el Coneval. Son las mujeres en todos los grupos de edad, “independientemente de su condición de pobreza, quienes en mayor medida se dedican al cuidado de otras personas”.
No obstante, hay una diferencia en cómo asumen esas tareas las mamás en situación de pobreza y aquéllas que tienen una mejor condición económica. Y eso influye en su incorporación a un trabajo remunerado.
El 50% de las mamás de niños y niñas de más de 5 años en situación de pobreza tiene un empleo, en contraste con el 65% de las madres que no están en condición de precariedad. “En cambio, prácticamente todos los padres, sin importar la edad de sus hijos(as) y su situación de pobreza, tienen un empleo”.
Es decir, las mamás que más necesitan una fuente de ingreso son quienes menos oportunidades tienen de acceder a ella.
Para equiparar las condiciones, el Coneval recomienda fortalecer las estrategias y programas destinados a apoyar el cuidado de la infancia. También sugiere “anular el impacto negativo originado por la eliminación del Programa Escuelas de Tiempo Completo”.
Es necesario, dice, diseñar otras políticas públicas que otorguen servicios directos de cuidado a la niñez, personas adultas mayores y con discapacidad y consolidar el proyecto federal del Sistema Nacional de Cuidados.
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Referencias
LadoMX. 01/05/2023. MAMÁS en MÉXICO condenadas a Vivir en POBREZA; 98% de las que TRABAJAN cobran Salario Miseria. Recuperado de: https://www.lado.mx/noticia.php?id=13104071
Punto Por Punto. 01/05/2023. Sólo 14% de los MEXICANOS tiene “SALARIO DIGNO”: $20 MIL PESOS al MES, para No CAER en POBREZA. Recuperado de: https://www.puntoporpunto.com/noticias/politica/solo-14-de-los-mexicanos-tiene-salario-digno-20-mil-pesos-al-mes-para-no-caer-en-pobreza/